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viernes, 24 de abril de 2015

Paisaje ,


Voy camino de la tarde 
Entre flores de la huerta, 
Dejando sobre el camino 
El agua de mi tristeza. 
En el monte solitario 
Un cementerio de aldea 
Parece un campo sembrado 
Con granos de calaveras. 
Y han florecido cipreses 
Como gigantes cabezas 
Que con órbitas vacías 
Y verdosas cabelleras 
Pensativos y dolientes 
El horizonte contemplan. 

¡Abril divino, que vienes 
Cargado de sol y esencias 
Llena con nidos de oro 
Las floridas calaveras!



Federíco garcía Lorca.